Calle Numa Guilhou, Oñon |
Guilhou fija su residencia en Mieres para gestionar él mismo la fábrica de Mieres, para lo que contrata al ingeniero catalán Jerónimo Ibrán en 1873, que renueva las instalaciones, crea nuevos talleres y pone gran interés en la formación técnica y profesional de los trabajadores. A la muerte de Numa Guilhou, veinte años después, la fábrica ya es uno de los principales centros industriales de Asturias, gracias, en parte, a la demanda de hierro para la construcción del ferrocarril ente Lena y Gijón (inaugurado en 1874). Su actividad industrial disminuyó durante la Guerra Carlista en el País Vasco.
Numa Guilhou murió en El Padrún, Baiña, y fue enterrado en un pequeño y abandonado cementerio protestante de la localidad de Ablaña.
Casado en segundas nupcias con Henriette Georgeault (conocida socialmente en Asturias como Enriqueta de Guilhou), tuvieron dos hijas en común, Jacqueline (Jacoba), marquesa consorte de Villaviciosa, Asturias y Marthe (Marta), condesa consorte de Mieres del Camino. Numa tenía dos hijos varones, Jean Pierre y Ernest, fruto de un matrimonio anterior con Anne Zélie Singher.
6 comentarios:
¡Qué bonita se vé mi calle Numa Guilohu...la que tantas veces recorrí en mi infancia camino del colegio de las HH dominicas, al cual asistí en aquellos lejanos años 40 del pasado siglo XX!... ¡Cuán larguísima y recta se ve en la fotografía!...¡Cuántos paseos en bicicleta dí por ella y por sus jardinillos en mi viejo barrio de Oñón!...Ahora ya, a punto de ganar mi reino me voy a todas partes... como bien dice aquel poema: "Están rotas mis ataduras, pagadas mis deudas...mis puertas de par en par: Me voy a todas partes..." (RT)
(Numa Guilhou era un señor francés; por tanto su apellido no lleva la H intercalada entre la O y la U, sino detrás de la L.)
Aquel viejo convento...
Cuando en aquellos años de mi lejana infancia enfilaba yo cada mañana la calle Numa Guilhou camino del colegio, allá al final se vislumbraba la torre de la iglesia del convento de los PP Pasionistas...
Cuando después de marchar de Mieres volví al cabo de los años a visitar a la familia, recuerdo que un día, de pronto, miré al fondo de la calle y vi que faltaba algo... muy importante, pues ya no ocupaba su lugar de siempre la iglesia del convento...
Más adelante y con motivo de un funeral que se celebró en los PP pasionistas, tuve ocasión de ver la nueva iglesia ubicada en otro lugar de Mieres...pero ya no era la misma, ni lo mismo...me pareció mucho más fría e impersonal... Vislumbrada aquí ahora a lo lejos, en esta bella fotografía de mi recordada calle Numa Guilhou, por la que tanto transité en mis años de infancia, fluyen en mi mente dulces y tiernos recuerdos de aquel tiempo pasado perdido en la distancia que jamás volverá...
Con el tiempo transcurrido desde que he venido a andar por aquí me ha llegado la noticia de que el misterioso conde de fábrica de Mieres, que había puesto en manos de un arquitecto francés la construcción del chalet de Arrojo, adquirido por mi padre Manuel García Riera en los años 40 del pasado siglo XX, y en el que he vivido más de la mitad de mi infancia, hasta que él falleció en 1947, ha sido el mismísimo Numa Guilhou, cosa que la familia de la fábrica procuró por todos los medios que esta verdad no saliera jamás a la luz...(quizá tengamos aquí la respuesta de por qué no se encontraran documentos sobre la pertenencia de este lugar en ninguna parte.)El conde a su muerte, le dejó la casona en herencia a su - discreta al parecer - amante, su ama de gobierno, la misteriosa, para mi, persona que habitó el chalet durante los años vividos, para pasárselo después en herencia a su, creo que sobrina, Sabina Rodríguez, muy conocida en Mieres por Sabinina, persona ésta muy religiosa, por lo que tanto le quemaba las manos el origen pecaminoso de su herencia que a la mínima ocasión que tuvo, por una apuesta que hizo con mi padre con quien tenía al parecer bastante amistad, al ganar éste la apuesta se lo vendió todo por 125.000 mil pesetas, precio ridículo aún para entonces, ya que visitando unos años más tarde a mi padre enfermo ya de muerte, el vecino del chalet de al lado, mirando él con curiosidad todos los detalles, según nuestra fiel muchacha entonces, Anita la farruca que estaba presente, dijo, mientras miraba la decoración de los techos: "Solamente esto ya tiene el valor de un millón de pesetas"...En fin, yo me he alegrado de saber después de haber investigado tanto sin conseguirlo, cuando menos lo esperaba que el misterioso personaje, conde de Fábrica de Mieres que había mandado construir el chalet de estilo francés que con el tiempo yo habitaría con mi familia,había sido el mismísimo Numa Guilhou, cuya calle con su nombre estabaallí mismo, al lado, y que tantas veces recorrí camino del colegio de las dominicas, y en mis paseos en bicicleta todos los domingos... Mari Luz (Marinina)
Estos pasados días estuve leyendo un artículo que trataba sobre los condes de fábrica de Mieres, y, al parecer, el que ha sido el primero, llamado D. Manuel Loring, era oriundo de Andalucía, y fue nombrado conde en 1911 por el rey Alfonso XIII...Detrás de él y hasta nuestros días fueron viniendo tres descendientes más que fueron heredando el título...todos ellos llamados Manuel, lo mismo que su primer antecesor. Pero entonces caí en la cuenta de que Numa Guilhou, no había sido conde, aunque sí el promotor que puso en marcha Fábrica de Mieres, emparentado, por su matrimonio en segundas nupcias con una señora con título nobiliario.
El libro escrito por M. CIGES APARICIO, titulado LOS VENCEDORES, de donde salió la información que obtuve de todo lo que me interesaba saber sobre el origen de la casona de Arroxo que habité en mi infancia, se había publicado en 1908...y retirado inmediatamente del mercado por la gran influencia de la familia de la fábrica, que no consintieron que salieran publicados los chanchullos y trapos sucios que pudieran venir a manchar
su honor...De modo que, ya nos ha quedado claro que, aunque por los datos que nos da el libro del periodista CIGES, vinimos a saber quien había sido el personaje de origen francés, que había encargado la construcción del chalet a un arquitecto de su misma nacionalidad, creo que no puede caber duda de que era el mismo Numa Guilhou; pero éste no era conde, sino simplemente lo que ya sabíamos de antemano sobre él: un señor banquero francés, negociante desde sus orígenes familiares...que además venía del siglo XIX, mientras el primer conde, vino a serlo unos años después de haber sido -, o más bien tratado -, de publicar el libro del periodista M. CIGES APARICIO; que, por cierto, hace unos dos o tres años ha sido lanzada, ya libremente, por los tiempos que ahora corren -, y los personajes que despertaron mi interés ya han pasado hace muchos años a la historia-, una nueva edición, a la venta en muchas librerías...
Sé que había leído sobre esto anteriormente, en distintas ocasiones, pero no me había fijado en las fechas hasta pasado un tiempo desde que tuve la noticia de quien había sido el personaje de Fábrica de Mieres para quien se había construido el chalet de Arrojo, el que a su muerte le dejó en herencia a la que había sido su amante y antigua ama de gobierno, la cual lo habitó discretamente, hasta su muerte, habiendo sido muy apreciada por todos sus vecinos y conocidos.
Ahora sí creo que ha podido quedar bastante aclarada la cuestión. M.LUZ
A fecha de hoy, 27 de septiembre de 2022, dando un repaso a todos estos escritos de tiempo atrás, donde hace muchísimo tiempo que no he entrado, no sé por qué ya no tengo tan claro que hubiera sido el mismo Numa Guilhou el propietario del chalet de Arrojo, sino tal vez otro personaje importante relacionado con Fábrica de Mieres, quizá un ingeniero haya podido ser quien hizo el encargo de su construcción a un arquitecto francés, y quien pasados los años se lo dejara en herencia a aquella señora que había sido gobernanta entre la familia de los condes de Fábrica de Mieres...Aunque al encontrarme hace años con el libro escrito por M.Ciges Aparicio me pareció verlo tan claro por los datos que dio, hoy vuelve a entrarme la duda de si verdaderamente ha podido ser Numa Guilhou el misterioso personaje que disfrutó esta casona, de la que los condes de Fábrica de Mieres no quisieron saber más, dejando que la señora que había estado a su servicio heredara la propiedad y otra renta de compensación que le dejó en herencia aquel su misterioso amante...
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